El centro médico Goshen Health ha informado a través de cartas enviadas a mil 182 pacientes, que fueron atendieron entre el 1 de abril y el 30 de septiembre, de que una falla durante el proceso de esterilización de instrumentos médicos pudo exponerlos al contagio de enfermedades.
Felipe Gálvez T.
Indiana, 25 noviembre (Telemundo).- Un error en un procedimiento médico en un hospital de Indiana ha expuesto a cerca de mil 200 pacientes a riesgo de contagio del virus del SIDA, de la hepatitis B y la hepatitis C.
El centro médico Goshen Health ha informado a través de cartas enviadas a mil 182 pacientes, que fueron atendieron entre el 1 de abril y el 30 de septiembre, de que una falla durante el proceso de esterilización de instrumentos médicos pudo exponerlos al contagio de dichas enfermedades.
“Aunque nuestros expertos en procedimientos de esterilización y enfermedades infecciosas creen que la potencial transmisión de virus a través de intercambio sanguíneo entre pacientes es extremadamente remota, por precaución, queremos verificar a través de análisis de sangre de laboratorio que los pacientes no han sufrido daños”, afirmó el hospital en una comunicación del pasado 20 de noviembre, según CNN.
Una de los pacientes, una mujer que recibió atención el 24 de junio, presentó a su nombre y el de otros afectados una demanda colectiva en contra del hospital, según el canal local WNDU.
Acusan al centro de imposición negligente de angustia emocional y negligencia médica, y demandan por daños de trauma emocional, gastos médicos y otros.
Se incluyen como afectados también todos aquellos pacientes que no recibieron la carta de alerta del hospital, pero que tuvieron cirugías en ese lugar entre las fechas señaladas y que por tanto también pudieron haber sido expuestos.
El SIDA, como se denomina a la etapa final de desarrollo del virus de inmunodeficiencia en humanos (HIV), afecta actualmente a 1.1 millón de personas en Estados Unidos. Aproximadamente 1 de cada 7 personas que lo sufren no saben que son portadoras de la enfermedad.
Según informa el Departamento de Salud, de los 38 mil 739 nuevos diagnosticados con el virus en 2017, un 26 por ciento son hombres adultos y jóvenes de origen hispano.
La población latina es la segunda que más contagios registró en ese año, solo por debajo de la afroamericana.
El virus ataca a las células que ayudan a proteger al cuerpo de infecciones, haciendo que quienes lo contraen sean más vulnerables a enfermedades. Su principal forma de contagio es por contacto sexual y desde su descubrimiento en 1981 aún no existe una cura definitiva.
La hepatitis B es la infección de transmisión sanguínea más común en el mundo, con un estimado de 257 millones de personas infectadas, según la Organización Mundial de la Salud. En Estados Unidos se estima que 850 mil personas sufrían de hepatitis crónica en 2012. La tasa de contagio anual es de unos 3 mil casos.
En el caso de la hepatitis C, más de 3 millones de personas sufren de la infección en Estados Unidos, aunque la mayoría no tiene síntomas o no lo sabe. Cada año hay aproximadamente 17 mil nuevos casos, y su forma de contagio más común es a través del uso compartido de agujas y jeringas de usuarios de drogas.
Un informe de la Oficina de Salud de Minorías, del Departamento de Salud, asegura que pese a registrar tasas más bajas de hepatitis C, en 2015 los hispanos tenían un 40 por ciento más de probabilidades de morir por esa enfermedad comparados con personas de raza blanca.